17:01

Esto fue publicado en una porquería de edición donde ni siquiera me pidieron el permiso de publicarlo, donde había un montón de poemillas de diversos pseudo literatos (al igual que yo). Mala idea publicar algo en internet, pero si ya está online, bueno, no es mala idea dejar constancia.

Alicia.


Pequeño vestido floreado,
en tránsito.

Astutamente bailas, Alicia
valseado como girasol.
Extraes de tus entrañas
nada más que flores y orejas.

A veces te encuentras sola
como si de una caja se tratase,
tentada entre madera y cartón
¿lo quieres rígido o corrugado?

A veces extrañas,
no entiendes más que colores.
Escarlata, azul de prusia y verde veronés
tranquila, como agua.

Con lentitud te estás moviendo, Alicia
flotando como perfume.
Expeles asteriscos confusos
sólo símbolos y marañas.

Suave seda sobre tu piel,
mudándola.

16:59

Pensé en mi padre y en esos tipejos negros con capuchas, pequeños, que aparecen en Star Wars, esos del desierto que juntan chatarra que siempre alimentaron mi complejo de electra:

Venden pedazos de metal
tornillos oxidados
engranajes torcidos.
Tienen herrumbre en los dedos;
las falanges chirriantes.

16:58

Reflejo cerúleo
titilante, danza
profundamente acompasado
en movimientos redondos.

Movimiento extraño
pues no tiene extremidades para bailar.

Cierta sopresa
provoca, quieta
iridiscente en oscuridad
suave en sus ángulos.

16:57

Soy codicia de alma errante
Luz de vela
Crío, infante
Elegido del miedo y de la tierra
Soy enferma y vivo en estela
En el mar olor madera
Tiempo libre envuelve
Color gris es la garganta
De la cueva
Piedra eterna
Días de sombra y noches de luz
Suave, me resbalo
Como brisa acompañada de susurros
Torbellino incesante de escritos
Letras que frente a mis ojos
Pasan
Soy de una tonalidad indefinida
Por la erosión
El roce
Bailarina tranquila
Se mece sobre sus pies
Mutilados
Un par de secretos
Unos cuantos sellos
Nos guardan
Crece del suelo la hierba
No estoy tranquila
Me siento simplemente pasiva
Hay justo un espacio entre los árboles

16:56

Fumee

Entonces, se mira
cual halo intrínseco
no de luz
sino una suerte de turbiez singular.

Y va flotando
sube, se calma y se agita
no se si es clarividencia
o alguna forma de expresar telequinesia
pero podría jurar
que se mueve a voluntad.

Si lo exhalo de inmediato
así, medio angustiada
se torna azulado, entre índigo y cobalto.

Y si luego me tomo un tiempo
saboreandolo con calma
no es más que gris y pálido.

Parece que baila
ondas casi geométricas
se expande y contrae oscilante.

No se si es ritmo o simplemente:
A L U C I N A C I Ó N

16:55

La memoria, el recuerdo, es uno de los mecanismos que considero más difíciles de entender. ¿Cómo es que tomamos algo que puede ser completamente ajeno y lo hacemos nuestro, tan íntimo? Y a la vez, ¿cómo arrojamos al olvido con desgarro algo que estaba tan unido a nuestro ser?... Y lo más extraño ¿puede existir la memoria sin quien recuerde?

Hay casos bizarrísimos. Una vez vi un documental sobre gente que juraba haber estado en campos de concentración durante la Segunda Guerra, algo que hubiese sido imposible pues ni siquiera habían nacido. Y no eran mentiras, expertos habían analizado hasta lo más recóndito de sus mentes y realmente creían que habían vivido atrocidades innombrables por las cuales hasta el día de hoy mostraban traumas severos. O el caso de la gente que parece recordar "vidas pasadas" con exactitud intrigante... ¿Fue realmente esa vida suya alguna vez, o la tomó de algún lado y, por así decirlo, "se apropió de ella"?

Vagando por ahí me encontré con un fragmento de lo más interesante:

La memoria no es una facultad que tenga por meta lo cierto; la memoria es una función desigual y engañosa que lleva a cabo operaciones muy poco fiables, incluso contrarias a la verdad; la memoria es relato, una narración en la que se encajan y en la que se hacen congruentes hechos, circunstancias, episodios; pero la memoria es sobre todo un sentido de las cosas, el significado que otorgamos a lo que recordamos


La memoria es un relato. La memoria es el significado que damos al recuerdo. Y como sabemos, los signos y su significado tienen muchísimas aristas.

Es extraño como ciertos hechos me causan un malestar o goce siendo que no los he vivido. Por ejemplo, cuando me nombran la Inquisición, siento más ansias de retorcer cuellos que en muchas ocasiones de mi vida diaria, como si sintiera las llamas lamiéndome los pies. ¿Por qué? Ni idea. No responderé que es porque se cometieron injusticias y atrocidades, eso es evidente para todos, pero por qué esa sensación en el estómago...

Los humanos somos empáticos, a no ser de que seamos psicópatas. Eso es una ventaja como un problema en este caso. La empatía nos acerca al suceso, pero nos aleja de la realidad. Como veíamos en la película Hiroshima Mon Amour, ella ni siquiera es japonesa y parece estar conmocionada por los bombardeos, y él, familiar directo de afectados, es decir, alguien que "casi" vivió la tragedia, la empuja hacia afuera, rechaza esa insistencia. Ella quiere empatizar, el sólo quiere arrancar el hecho de su memoria. Mientras veía la película, recordé una frase del libro que cité en un post anterior, Océano Mar, donde una chiquilla enfermiza hace el amor con un hombre atormentado por un recuerdo horrible, "porque el mundo es una herida y alguien la está cosiendo en esos cuerpos que se mezclan".

20:32

Un Camino de aquí al Mar

Quiero publicar un fragmento de un libro que adoro. Es de esos libros donde no lees palabras, es como si se te transmitieran los sentidos y sentimientos como por osmosis, lo tocas y absorves, se te erizan los pelitos de la nuca y algo extraño te aprieta la garganta. Alessandro Baricco es bien conocido, especialmente por "Seda" (no vean la película, por favor), pero Océano Mar me pareció muchísimo mejor.

La temática del mar siempre me ha llamado la atención, y más de una vez me he visto arrastrada por sus corrientes y olas. Será que soy muy ñoña y me creo todas las cosas de ser Cáncer, lunática, acuática y marina.

Bien, dejaré este pedacito precioso, quizá pronto publique otra parte que también me gusta :3

No es exactamente una enfermedad, podría serlo, pero es algo menos, si tiene un nombre debe ser ligerísimo, lo dices y ya ha desaparecido.

__ Cuando era niña, un día llega un mendigo y empieza a tararear una cantilena, la cantilena asusta a un mirlo que se eleva…

__ … asusta a una tórtola que se eleva y es el zumbido de las alas …

__ … las alas que zumban, un ruido de nada …

__ … habrá sido hace diez años …

__ … pasa la tórtola delante de su ventana, un instante, así, y ella levanta los ojos de sus juegos y yo no sé, llevaba encima el terror, pero un terror blanco, quiero decir que no era como alguien que tiene miedo, sino como alguien que está a punto de desaparecer…

__ … el zumbido de las alas…

__… alguien a quien se le escapaba el alma…

__ … ¿me crees?

Creían que al crecer se le pasaría todo. Pero entretanto, todo el edificio se cubría de alfombras porque, como es obvio, sus mismos pasos la asustaban, alfombras blancas por todas partes, un color que no hiciera daño, pasos sin ruido y colores ciegos. En el parque, los senderos eran circulares con la única excepción osada de un par de veredas que serpenteaban ensortijando suaves curvas regulares – salmos – , y eso es más razonable, en efecto; basta un poco de sensibilidad para comprender que cualquier esquina sin visibilidad en una emboscada posible, y dos caminos que se cruzan, una violencia geométrica y perfecta, suficiente para asustar a cualquiera que esté seriamente en posesión de una auténtica sensibilidad, y mucho más a ella, que no es que tuviera exactamente un alma sensible, sino, por decirlo en términos precisos, que estaba poseída por una sensibilidad de ánimo incontrolable, que explotó para siempre en quién sabe qué momento de su vida secreta – vida de nada, tan pequeña como era – y después se le subió al corazón por vías invisibles, y a los ojos, y a las manos, y a todo, como una enfermedad, aunque una enfermedad no fuera, sino algo menos, si tiene un nombre debe ser ligerísimo, lo dices y ya ha desaparecido.



Todas estas cosas nadie las supo nunca en las tierras de Carewal. Pero todos sin excepción siguen aún contando lo que sucedó después. La dulzura de lo que sucedió después.

__Elisewin…

__ Una cura mlagrosa …

__ El mar…

__ Es una locura …

__ Se curará, ya verás.

__ Morirá.

__ El mar…

El mar – vio el barón en los dibujos de los geógrafos – estaba lejos. Pero sobre todo – vio en sus sueños – era terrible, exageradamente hermoso, terriblemente fuerte – inhumano y enemigo – maravilloso. Y además tenía colores distintos, olores jamás sentidos, sonidos desconocidos – era el otro mundo. Miraba a Elisewin y no conseguía imaginar cómo podría acercarse a todo aquello sin desaparecer, en la nada, disuelta en el aire por la turbación, y por la sorpresa. Pensaba en el instante en que habría de volverse, de repente, para recibir en los ojos el mar. Pensó en ello durante semanas. Y después lo comprendió. No había sido difícil, en el fondo, Era increíble no haber pensado en ello antes.

__ ¿Cómo llegaremos al mar? …

__ Será él quien venga a recogeros.

Así partieron, una mañana de abril, atravesaron campos y colinas y al atardecer del quinto día llegaron hasta las orillas de un río. No había ni un pueblo, no había casas, nada. Pero sobre el agua se balanceaba, silencioso, un pequeño navío. Se llamaba Adel. Navegaba, por lo general, en las aguas del océano, llevando riquezas y miserias, de ida y de vuelta, entre el continente y las islas. A proa llevaba un mascarón con cabellos que le resbalaban hasta los pies. Las velas tenían en su interior todos los vientos del mundo lejano. La quilla había escrutado, durante años, el vientre del mar. En cada rincón, olores desconocidos relataban historias que las caras de los marineros llevaban transcritas sobre la piel. Tenía dos mástiles. El barón de Carewall quiso que remontase, desde el mar; el curso del río hasta allí.

__ Es una locura – le había escrito el capitán.

__ Os cubriré de oro – había contestado el barón.

Y ahora, como un fantasma escapado de cualquier ruta razonable, el navío de dos mástiles llamado Adel estaba allí. Sobre el pequeño muelle, en el que por lo general amarraban pequeñas embarcaciones, el barón se abrazó a su hija y le dijo

__ Adios.

Elisewin permaneció callada. Se cubrió el rostro con un velo de seda, deslizó en las manos del padre un papel, doblado y sellado, se dio la vuelta y fue al encuentro de los hombres que habían de llevarla al navío. Era ya casi de noche. De haberlo querido, habría podido parecer un sueño.

Así fue como Elisewin descendió hacia el mar del modo más dulce del mundo – sólo la mente de un padre podía imaginarlo -, llevada por la corriente, a lo largo de la danza hecha de curvas, pausas y titubeos que el río había aprendido en siglos de viajes, él, el gran sabio, el único que sabía el camino más hermoso y dulce y apacible para llegar al mar sin hacerse daño. Descendieron, con esa lentitud decidida al milímetro por la sabiduría materna de la naturaleza, introduciéndose poco a poco en un mundo de olores de cosas de colores que día tras día desvelaba, lentísimamente, la presencia lejana, y después cada vez más próxima, del enorme regazo que los esperaba. Cambiaba el aire, cambiaban las auroras, y los cielos, y las formas de las casas, y los pájaros, y los sonidos, y las caras de la gente en las orillas, y las palabras de la gente en sus bocas. Agua que se deslizaba hacia el agua, galanteo delicadísimo, los meandros del río como una cantilena del alma. Un alma imperceptible. En la mente de Elisewin, sensaciones a millares, pero ligeras como plumas en vuelo.

Todavía hoy, en las tierras de Carewall, relatan todos aquel viaje. Cada uno a su manera. Todos sin haberlo visto nunca. Pero no importa. No dejarán nunca de relatarlo. Para que nadie pueda olvidar lo hermoso que sería si, para cada mar que nos espera, hubiera un río para nosotros. Y alguien – un padre, un amor, alguien – capaz de cogernos de la mano y de encontrar ese río – imaginarlo, inventarlo – y de depositarnos sobre su corriente, con la ligereza de una sola palabra, adiós. Eso, en verdad, sería maravilloso. Sería dulce la vida, cualquier vida. Y las cosas no nos harían daño, sino que se acercarían traídas por la corriente, primero podríamos rozarlas y después tocarlas y sólo al final dejar que nos tocaran. Dejar que nos hirieran, incluso. Morir por ellas. No importa. Pero todo sería, por fin, humano. Bastaría la fantasía de alguien – un padre, un amor, alguien. El sabría inventar un camino, aquí, en medio de este silencio, en esta tierra que no quiere hablar. Camino clemente y hermoso. Un camino de aquí al mar.


ALESSANDRO BARICCO - Océano Mar

17:20

A Crab Eyeing a Tourist

http://deviantkupo.deviantart.com/art/A-Crab-Eyeing-A-Tourist-35289902

Voy a dejar un texto increíble que cada vez que leo no puedo dejar de reír.

***

A chair scraped across a vinyl floor and made an embarrassing sound.

"My name is Alex and I have a problem."

Someone waved their hands. "Does this problem involve an actual child actually being raped?"

Alex thought about this. "No," he decided.

"Then continue," the group leader said, bowing her head.

"But this child who was definitely not raped, and not by me, his name was Thomas."

All around the circle, a gentle ripple of applause broke out.

"Thank you, Alex," smiled the group leader, "that was very brave. You can sit down."

Alex sat, being careful not to make the chair scrape this time. Next to the group leader, a man nervously raised his hand and said, "Erm, if I may, can I ask, uh, a question. A question to Alex."

"N-" said the leader.

"Sure," said Alex, smiling, "I think we should be totally open. After all, anything I have to hide must be illegal, right?"

The group leader smiled falsely and said, “Right. Ask away, please.”

"T-thanks," said Peter, "What I wanted to ask about was, well, you said his name WAS Thomas. Is he no longer called Thomas or is he... y'know, dead and in bags in your freezer?"

Alex gave a nervous little laugh, "Ah, no, uh, his name still is Thomas it's just, well, I moved away. I kind of think of him in the past tense now, since I never see him any more. Not in person, anyway."

The group leader nodded her head and opened her mouth to continue.

Alex interrupted, "I can show you some pictures if you want."

"No, that's fine, Alex."

"I mean you can't see much, I just took them outta my window. I left the others at home but-"

"That's fine, Alex," the leader said firmly, like a trouser press.

"Right you are," mumbled Alex.

"Terry, would you like to stand and talk to the group?"

"No, I just like to listen," Terry replied.

The group leader gave him a look reminiscent of a crab eyeing a tourist and said, "Terry, get your hands out of your pockets and talk to the group."

"Right you are," mumbled Terry, standing. "My name is Terry and I have a problem."

"Go on."

"I sometimes go to the swimming pool but I don't swim. Infact, I can't. I'm quite lucky never to have accidentally tripped and fallen in and then had to get someone to save me because-"

"Terry."

"-But instead what I do is just sit and watch the little girls coming in and swim.” Terry's eyes misted over. “There's this one girl, Carla, she always wears this green bathing suit and her mum is always yelling at her. I think they're poor because it's too small for her but it makes her-”

"Holllly shit," someone else in the group said. "You go to the Flush Fields Swimming Centre?"

"Yeah!"

"Oh man, I know that girl!"

Terry spread his hands in front of him and gestured to the other man to rise. "What can I say but, high five!"

"Aw yeah!"

They smacked hands loudly.

"Oh man, those cute little ass cheeks, the way-"

"Sit down, please," the group leader coughed. Both men sat down quietly. "Not you, Terry. You have a problem."

Terry rose and said, "Yeah, I'm not at the swimming pool!"

Terry's friend raised his hand to once again administer the high five, but was cut short.

"Gentlemen," the group leader said tersely, "you have problems. You are here to admit them, not gloat and revel in them like honeycomb centres in vast seas of chocolate."

Someone started clapping.

"Not now," the group leader snapped. "You are human beings, start acting like them and admit you have problems."

Terry said, "I think the mere fact we're here is an admission of a problem."

"Or you could just be here to swap sordid stories about Cyndi."

"Carla."

"Shut up. In the eyes of society, you are sub-human. You should be taking that kind of thing seriously."

Terry shrugged with all the effortless apathy of a seal being confronted with all the evidence for global warming and being asked what the hell he thought he was going to do about it.

"I think a lot of people get treated like that," he said. "Did you ever even go to school?"

"But this is different," the group leader insisted, "people out there, they want to kill you! If you ask what a punishment for a paedophile is, most people will say death! Or having your balls cut off! Doesn't that bother you?"

"People say that about a lot of kinds of people," said Alex.

"Yes, but this is you! Don't you care? Shouldn't you stand up for yourselves?"

"Paedophiles united?"

"Still not funny," the leader said.

Terry pouted.

"There are a lot of people in this country who are advocating brutal acts of torture and dismemberment-"

This raised a few laughs.

"-and they don't even realise how horrible it is to wish such a thing, even on a paedophile."

Terry yawned. "It'll pass. It's just the way it goes. Taboos come in and out of fashion. People won't always be so bothered."

The group leader's face adopted a pained expression. "But doesn't it bother you?!"

Terry said, "Nah, not really. We're just made out to be villains, that's all. We're no different from drug users. We're just doing things not many people agree with."

The group leader shifted in her seat. "It's a bit different, Terry. Drug users only hurt themselves. Alex over there raped and diced some poor kid."

"I didn't dice him!" Alex protested feebly.

"It's not different," Terry said, "for starters, drug users hurt plenty of other people in the pursuit of money. Alex is a sexual offender AND a paedophile. The rape was the sex offence. The fact he did a kid was paedophilia. They're not one and the same thing, you know."

The group leader frowned.

Terry sighed. "What I'm saying is, you can be a perfectly good, law abiding, tax paying, God fearing paedophile, not crossing a line until the day you die. If you're a rapist, on the other hand, you're a rapist. Sometimes the two paths cross. More often, they don't."

The group leader was having none of this. It was her job on the line. She said, "Are you trying to tell me that paedophiles are... okay? Cool guys? Not all that bad?"

"Sure."

"That's ridiculous, you're mentally damaged people."

"Who isn't? This is a pretty fucked up world, if you hadn't noticed. Nice neighbourly paedophiles who don't touch a kid in their lives are the least of this planet's worries, really."

"Oh God, I can't believe this."

Alex said, "It sorta makes sense to me."

"Quiet, rapist," the group leader said, folding her arms and sinking into her seat. At length, she spoke again. "So I should... like paedophiles?"

"No, they're fucked up. But people should make up their own minds up about things. It's very easy to be swept up in all the hate. We're still humans beings, after all."

"A little respect," the group leader murmured, finding the conversation hard to take in. "Isn't that what I'm giving you?"

"You have opinions about us I doubt you formed on your own," Terry said.

Presently, the door swung open and a man burst in. Everyone jumped, thinking their past had finally caught up with them and they were being taken down. They relaxed when they saw a single man leaning against the door frame, breathing heavily.

"S-sorry," he panted, "I'm a bit late. Have I got the right place?"

Everyone stared at him. Someone said, "What place would that be?"

Suddenly, the newcomer was struck with a dilemma. He could not very well come right out and say 'I'm a paedophile, I'm looking for Paedophiles Anonymous', could he?

"Erm," he said.

"Uhh," he added.

The group leader was not ignorant to the kind of trouble they could get into, so she handled the situation delicately.

She said, "We're the, uh... are you a police officer?"

The man in the door jumped. "Are you?!"

"No! Are you?!"

The panic in the room was rising.

"You are!" someone in the group shouted.

"Oh God," someone else screamed.

"I swear, I only raped him!"

The man in the door relaxed. "Oh thank God, you're paedophiles. I'm so glad it's you."

"Oh, you're here for the group?" the leader said, putting down her chair.

The man stepped in and shut the door, smiling. "Yeah, that's right."

"You know, sometimes, I think us paedos should have some kind of special code," the man laughed. "My name is Percy, by the way."

"Hi Percy," said the group leader.

"You know," Terry said darkly, "we do have a code."

Percy's eyes grew wide. "You do?"

Terry nodded grimly. The group leader rolled her eyes.

Percy stammered, "Well, I am a paedophile, you have to believe me, I'm not lying! Look, I've got some pictures, you can-"

"We believe you, Percy," the group leader said. "Please, sit down."

Terry watched Percy sit, eyeing him with suspicion. "The eagle moves swiftly when hungry," he muttered to himself.

Alex said, "There isn't a secret code, Percy, he's just having you on."

"Oh yeah, like you'd know, rapist. We don't let rapists in the secret paedo club," Terry said.

"Not a rapist," Alex said quietly.

"Now, now," the group leader said, "This isn't the place to discuss it. We're all here to be open about the relevant problems that we all have."

"We?"

"I mean you. All of you."

"Yeah, sure you do," spat Terry. "You're a paedophile if you're here, let's face it, nobody else would be friends with us."

"That's not true," said the leader calmly.

"Yeah it is, you just don't know the code. You're not one of the elite paedophiles."

Alex stood up quickly. "You're being pretty mean, Terry," he said, bunching his fists by his sides. Terry had never seen anyone so threatening yet so pathetic.

"Sit down, rapist."

Alex narrowed his eyes. "I'm going to rape your mouth."

Around the room, fourteen pairs of eyebrows were raised.

"With my fist."

Everyone nodded. Alex strode across the room, drawing back his fist.

"No no no, I'll tell you the code, I'll tell you the co-" shouted Terry, leaning back on his chair before Alex punched him quite squarely in the forehead.

Terry raised his hands to his forehead and moaned in pain, while Alex did much the same.

"The forehead?!" he said. "Why!?" Terry then recovered sufficiently to bury a fist in Alex's stomach.

"Don't crumple my photos," he rasped, sinking to his knees.

"Break it up, you guys," the group leader said sternly, half amused by the kind of fight she'd not seen since chess club.

Across the room, someone who had previously not spoken stood up and declared, "I hate rapists." They then proceeded to run at Alex and kick him in the side of the leg.

The rest of the group erupted into a brawl, with some defending Alex and some defending themselves against the defenders. The group leader realised it was well out of her hands now, nothing she had learned at the psychologist course had prepared her for dealing with thirteen paedophiles flailing insignificantly at each other.

"Police!" she shouted, thinking quickly.

The group quickly dispersed, grabbing their coats and leaving. The group leader sat heavily on her chair and put her head in her hands.

"Honestly," she said, "I treat paedophiles like a bunch of human beings and they act like animals."

Alex, lying on the ground, smoothing out the photos he kept in his pocket, said, "I think if you treat any human beings like human beings, they're gonna act like animals."

Then he spat out a tooth, possibly his own.

"What do rapists know?" the group leader said dismissively, standing and stepping into a warm, dark night.

15:27

The Fountain

Siguiendo con Hugh Jackman, he decidido dedicar esta entrada a uno de mis placeres más profundos: The Fountain, de Darren Aronofsky.

No, no me gustó Requiem for a dream, ni ahí con drogadictos cagados sin propósito, para eso mejor veo Trainspotting. Si elijo otra película de Aronofsky sería The Wrestler, pero no viene al caso.

Este película es increíble. Todo, los colores, la música (Clint Mansell es el Espíritu Santo...), la trama, te llegan a la médula en un par de minutos. Es de esas películas donde te quedas mirando los créditos con la mandíbula desencajada (o en mi caso, llorando como Magdalena...) y cuando se acaban, recién puedes respirar. Y luego entras en crisis. Tengo una amiga que la vio y justo cuando salió de su casa, volabanlos pétalos de los cerezos en la calle y tuvo que volver a acostarse a llorar. Y, hey, no sólo es cosa de mujeres, conozco a varios machos que más de alguna lágrima han soltado.

Quien diría que Hugh Jackman hace las de superhéroe, y bueno, Rachel Weisz es Rachel Weisz y qué hablar de Ellen Burstyn.

No tengo ganas de hacer análisis ni descripciones, es algo que hay que ver por uno mismo. También recomiendo buscar la Novela Gráfica que se gestó junto con la película, una joyyyyitars.

Two thumbs up, Mr. Aronofsky.

Ficha en IMDB: http://www.imdb.com/title/tt0414993/

Tráiler:

11:44

The Prestige




"Every great magic trick consists of three parts or acts. The first part is called "The Pledge". The magician shows you something ordinary: a deck of cards, a bird or a man. He shows you this object. Perhaps he asks you to inspect it to see if it is indeed real, unaltered, normal. But of course... it probably isn't.
The second act is called "The Turn". The magician takes the ordinary something and makes it do something extraordinary. Now you're looking for the secret... but you won't find it, because of course you're not really looking. You don't really want to know. You want to be fooled. But you wouldn't clap yet. Because making something disappear isn't enough; you have to bring it back. That's why every magic trick has a third act, the hardest part, the part we call "The Prestige"."


Ayer me reencontré con esta joya del cine comercial, una de mis películas favoritas sin duda alguna. La verdad es que no me gustó Memento, pero Batman Begins y The Dark Knight las llevo en el corazón, como buena ñoña.

The Prestige tiene todo lo que me gusta, una estética victoriana, oscura, Hugh Jackman y Christian Bale, un Michael Caine que nunca deja de ser genial, ¡y hasta a David Bowie haciendo del mismísimo Nikola Tesla! Si Eddison no hubiese interferido, seguramente estaríamos todos en un mundo mejor con los sistemas de Tesla, pero bueno, eso es otro tema.

Adoro como la película en sí es un truco de magia, con sus tres partes incluídas. Su mismo conflicto es su motor narrativo y visual, estando siempre estrechamente ligados. Lo que vemos, lo que percibimos y lo que se pretendía van de la mano desarrollándose como el Gran Truco, convirtiendo la pantalla (o el televisor) y nuestro sofá en un teatro donde hasta el más escéptico espera ser, por alguna vez, asombrado.

El Gran Truco (como es su título en éste lado del mundo) nos devuelve el asombro, la magie en el mundo gris, porque esa magia es propia de este mundo de concreto y no es algo que se salga delo cotidiano, es extraordinario por esa cualidad, por estar siempre presente en todos nosotros, latente, porque todos queremos ser asombrados, por más que digamos que encontramos el "truco", adoramos el engaño.

Espero que Cristopher Nolan vuelva a encantarnos con alguna otra pieza cinematográfica que me sea tan "eye candy" como ésta.

15:32

Avaricia



Un hueco que no se llena. Con Nada.

La avaricia es el motor innato del ser humano, como lo son todos los pecados capitales y una que otra necesidad afectiva. Una reacción instintiva desarrollada luego de años de evolución, obligado a "guardar para el invierno" pero pervertido al punto de convertirlo en pecado. Hay una delgada línea entre la previsión y la avaricia, la hormiga no siempre es tan buena y a veces la cigarra, que pese a morirse en invierno, es la que está más lejos de la acumulación de bienes materiales por inercia. Quizá cuanta comida se les pudrió a las hormigas por tener tanto, y la pobre bicha afuera chirriando, cagada de frío. Trágico. Siempre queremos tener más, y eso que tenemos no nos lo sacan fácil. Defendemos nuestros pequeños tesoros y saqueos con uñas y dientes de otros piratas embusteros, sin pensar que realmente, son inútiles.

También es avaro aquel que quiere, de forma casi obsesiva, guardar para sí la verdadera naturaleza de una obra contra natura. El que se queda estancado en sus ideas y no quiere salir de ellas, también es avaro porque no quiere compartir. Así, como fue avara la industria cinematográfica al mutilar la obra de Von Stroheim para acuñar una mayor cantidad de monedas, fue avaro el mismo cineasta al pretender que una obra de la magnitud de la suya sería producida sin intención de hacerla ver por las masas. ¿Quién pagaría, sino era la audiencia una vez estrenada, por los crudos rodajes en San Francisco, la Sierra y el Valle de la Muerte? Hay que tener un poco de perspectiva y no ser sanguijuela, aunque sea de forma inconsciente... 500.000 dólares eran bastante para la época. Lo triste, es que todo ese trabajo, todo el dilema y una de las mayores obras del cine mudo, terminó incinerada por un conserje que la confunciño con simples rollos de desecho.

Ahora me surge la siguiente interrogante: si no supiéramos que alguna vez existieron varias horas más de película, ¿sería tan interesante analizar Greed tan a fondo? Quizá nosotros le agregamos más significado de lo necesario por el simple hecho de otorgarle demasiada importancia a su condición de "leyenda cinematográfica", y nos hemos alejado hasta tal punto de la intención original de Stroheim, su significante, que el pobre sufriría de otra crisis nerviosa al estilo de la de los productores.

¿A qué conclusión nos acercamos entonces? Es difícil, pues valga la redundancia, faltan varias horas de película y yo, en particular, he visto un par de minutos aparte de haber leído un par de artículos y esta reflexión no es más que eso: una reflexión algo inconexa luego de algún tiempo de poca actividad redactora.
Todos tenemos un poco de ese avaro obseso y de artista maldito dentro (maldito por el resto y por nosotros mismos, un poco de esa codicia material y también intelectual que nos lleva a la marginalidad de una u otra manera.



Ilustración encontrada en Deviantart, Greed - Teagle

15:28

Superblogilístico Espiralidoso!

Ya conocía el mundo de Blogspot/Blogger, etc. Y realmente lo que más me molestaba era la falta de plantillas estéticamente aceptables en el menu normal, así que me dediqué a rebuscar por ahí hasta que encontré la siguiente web: http://btemplates.com/. Ahí hay toda una colección de plantillas para que le des a tu blog, especialmente a este blog al que habrá que dedicarle unos buenos minutillos, un aspecto más saludable que ese negro fome con colores horrendos en los links.
Aquí les dejo otro link con datillos blogísticos para personalizar su journal: http://miniespacioeducativo.blogspot.com/2009/06/tips-para-blogger-parte-1.html

A bloggear se ha dicho!